Esta inactiva piloto ya dio un paso relevante: en julio de 2025 alcanzó una mezcla del 5 % de hidrógeno verde, tras incorporar un segundo electrolizador de alta eficiencia. La operación es monitoreada en tiempo real mediante sensores y válvulas que regulan automáticamente la proporción de hidrógeno según presión y demanda, garantizando estabilidad operativa y seguridad. El objetivo es escalar progresivamente hasta un 20 % de blending, lo que permitiría reducir de forma significativa las emisiones de CO₂ sin modificar la infraestructura existente ni los artefactos de los usuarios.
El hidrógeno verde se obtiene mediante electrólisis del agua utilizando electricidad renovable. El gas resultante se inyecta en la red en proporciones controladas (blending), manteniendo estables la presión, la seguridad y la calidad del suministro. Gracias a que la infraestructura local está construida en polietileno de alta densidad, las tuberías y artefactos no presentan incompatibilidades, lo que ha permitido ejecutar el piloto sin interrupciones ni adaptaciones.
La elección de Coquimbo no fue casual: la región combina una fuerte disponibilidad de energías renovables de fuente solar y eólica, con una red de distribución reciente y técnicamente apta para incorporar nuevas tecnologías. Esto convierte al proyecto H2GN en un laboratorio ideal para la transición energética chilena, al aprovechar excedentes eléctricos que de otro modo se desperdiciarían para producir un combustible limpio y de uso inmediato.
Los resultados son concretos. Más de 4.500 hogares y comercios ya reciben gas natural enriquecido con hidrógeno, sin cambios en el servicio ni en las tarifas. La combustión es estable, segura y compatible con artefactos convencionales. Cuando el proyecto alcance la proporción máxima prevista, se podrían evitar alrededor de 340 toneladas de CO₂ por año, una reducción equivalente a plantar más de 15.000 árboles. Además, la iniciativa cuenta con el seguimiento técnico de la Universidad de La Serena y ha sido reconocida por su aporte a la innovación y la sostenibilidad energética en la región.
El proyecto también refuerza la conexión entre el sistema eléctrico y el gasífero, al convertir energía renovable excedente en hidrógeno e “inyectarla” dentro de la red, actuando como una forma indirecta de almacenamiento. Esta integración aumenta la flexibilidad del sistema y abre oportunidades futuras para su uso en movilidad y procesos industriales.
Más allá del aspecto tecnológico, el caso de Gasvalpo muestra una estrategia de transición eficiente: incorporar gradualmente un componente limpio en una infraestructura existente. Así, se reducen emisiones desde el primer día, se aprovechan recursos locales y se sientan bases para una futura economía del hidrógeno.
En Alpes Energy, compañía comercializadora de gas natural y energía eléctrica que recientemente inició operaciones en Chile, seguimos de cerca este tipo de desarrollos. La experiencia de H2GN muestra que el gas natural puede evolucionar y convivir con nuevas tecnologías limpias, construyendo puentes reales hacia un sistema energético más eficiente y sostenible.
Chile ya demostró que el hidrógeno en los gasoductos es posible. Lo que comenzó como un piloto en Coquimbo podría convertirse en un modelo replicable en toda la región, marcando el comienzo de una nueva etapa para la industria del gas: una en la que la infraestructura existente se transforma en aliada de la transición energética.
¿Querés saber más sobre este tema o explorar oportunidades de suministro de gas natural? Podes escribirnos a comercial@alpesenergy.com o llamarnos al +54 9 11 3126-0140