Superávit energético: un cambio de paradigma para la economía argentina

Argentina alcanzó un superávit histórico en su balanza comercial energética, marcando el registro más alto en más de 20 años. Te contamos sobre el rol Vaca Muerta y la nueva infraestructura gasífera fueron clave para sustituir importaciones y potenciar exportaciones, transformando el panorama energético del país.

El balance entre importaciones y exportaciones de energía superó los USD 4.000 millones en los primeros 10 meses del año, un número inédito para un sector caracterizado por el déficit desde 2011. Las razones de este cambio de tendencia tienen que ver con el aumento de la producción de hidrocarburos en Vaca Muerta, la sustitución de importaciones de gas gracias a la construcción del nuevo gasoducto y el crecimiento de la exportación, especialmente de petróleo. Particularmente en 2024 también contribuyó una caída sensible en los precios del gas. Mirando hacia adelante, el complejo petrolero se posiciona para igualar e incluso superar al complejo agroexportador.

En lo que va del año, hubo un solo mes con déficit energético. Fue junio, que dejó un rojo de USD 170 millones. El invierno es el periodo de mayor consumo energético en Argentina y tanto este año como los anteriores requirió importaciones de gas por encima del promedio anual. 

Breve historia de la balanza comercial energética

La energía fue uno de los puntos más críticos en la debilidad estructural de la economía argentina durante los últimos 15 años. A partir de la crisis del 2001 y la caída en la inversión en exploración y producción de gas y petróleo, el saldo entre exportaciones e importaciones fue decreciendo hasta llegar al déficit neto a partir de 2011. Desde ese año y hasta 2022 se acumuló un saldo negativo de casi USD 20.000 millones, lo que contribuyó a la escasez de dólares que caracterizó a la última década. 

El desarrollo de Vaca Muerta fue el gran cambio en esta historia. En los últimos cinco años, la Cuenca Neuquina duplicó su producción y ya explica más del 55% de la producción, tanto de gas como de petróleo. 

Un informe reciente de la consultora PWC estima que Vaca Muerta podría generar un superávit de hasta USD 30.000 millones para 2030, más que el récord histórico de exportación de soja (US$ 24.868 en 2022). Se trata de un cambio de paradigma no solo para el sector energético sino para la economía argentina.

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