Sin embargo, Argentina aún está lejos de su potencial. Hoy es el cuarto productor global detrás de Australia, Chile y China. En 2023, nuestro país exportó carbonato de litio por 805 millones de dólares. En el ranking de exportaciones mineras, aún está lejos del oro, que exportó por USD 2.294 millones el año pasado.
Cuando pensamos en litio, en general visualizamos un salar. Pero actualmente, la mayor parte de este mineral clave para las baterías de los autos eléctricos se extrae de una roca. Se trata de la espodumena, abundante en Australia, que es hoy el mayor productor mundial de litio del mundo. Y que además cuenta con una ventaja comparativa difícil de empardar: está muy cerca de China, que es por lejos el principal productor de baterías del mundo.
El futuro del litio en Argentina, sin embargo, es muy prometedor. Hasta el año pasado, había solo dos proyectos mineros produciendo litio: el Proyecto Fénix, en el Salar del Hombre Muerto de Catamarca, iniciado en los años 90. Y el proyecto Sales de Jujuy, en el Salar de Olaroz, iniciado en 2016. Ambos son operados por Arcadium, la compañía nacida de la fusión entre varios gigantes (Livent, Orocobre, Galaxy) y que hoy es uno de los principales jugadores del mundo. En 2023 inició la producción de un tercer proyecto: Caucharí Olaroz, operado por un consorcio integrado por Lithium Argentina (ex Lithium Americas) y la china Ganfeng.
En 2024 estrenó la cuarta planta productora en el yacimiento Centenario-Ratones, en Salta, otro consorcio, esta vez entre la francesa Eramet y la china Tsingshan. Con estos cuatro polos produciendo, Argentina ya tiene una capacidad productiva anual de 136.500 toneladas de LCE (Carbonato de Litio Equivalente), lo que le permitiría escalar a la tercera posición en el ranking global de productores.
Además existen otros 38 proyectos en distintas etapas de desarrollo. A partir de lo cual se estima que las exportaciones de litio argentino podrían escalar a los USD 8.000 millones, 10 veces más que los niveles actuales.
El litio es un componente fundamental para la producción de baterías recargables, que tuvieron su primer gran boom con los smartphones y laptops y que están destinadas a ser las protagonistas de la movilidad del futuro. Sin embargo, persisten algunas dudas sobre la velocidad de esta adopción, lo cual se refleja en los precios actuales del mineral.
En julio de 2024, el precio del carbonato de litio cayó por debajo de los USD 12.000 / tonelada, su nivel más bajo en 7 años, impulsado por un exceso de stock que, según algunos análisis, podría persistir hasta 2030. Sin embargo, la creciente sofisticación de los mercados de futuros indica una mayor madurez del litio en la escena minera global. A pesar de todo, este metal clave para la transición energética aún tiene un gran potencial por delante.
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