Reversión Gasoducto Norte: inicio de la obra, invierno complicado y “nunca más” al gas de Bolivia

Tras la finalización del contrato de importación de gas en firme con Bolivia, anunciado para julio de 2024, el Gobierno dejó trascender que tiene la intención de realizar las últimas importaciones en agosto y septiembre. ¿El objetivo? Llevar alivio a un suministro invernal en tensión para el norte grande argentino. La situación es de tal preocupación que el CEO de Petrobras, Jean-Paul Prates, afirmó recientemente que está en conversación con el Gobierno para liberar parte del cupo de gas boliviano de Brasil para la Argentina a cambio de cargamentos de GNL (Gas Natural Licuado).

Estas novedades se producen en medio de las especulaciones sobre la finalización de las obras para la esperada Reversión del Gasoducto Norte, que permitirá la conexión con el gas que proviene de Vaca Muerta, y reemplazará las importaciones de gas desde Bolivia.

Para julio, la Secretaría de Energía proyecta importar 4,5 MM m3/d desde el país limítrofe, casi la mitad de lo importado en 2023. Para julio y agosto, podrían concretarse envíos de 2,4 MM m3/d (por fuera del contrato ininterrumpible) e intentar superar el invierno. A partir de octubre, la intención del Gobierno es no importar “nunca más” gas boliviano.

Esto es solo posible gracias a la mencionada reversión, que llevará un aproximado de 19 MMm3/día de gas natural neuquino hacia Córdoba, Tucumán, la Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy. Para 2025, se calcula que ingresarían 10 MMm3/día más.

El pasado 13 de marzo se realizó la apertura de sobres para la licitación de las obras pendientes: el Renglón 1, que consiste en la construcción de un tramo de 22 km del Gasoducto Integración Federal, entre Tío Pujio y La Carlota, al sur de Córdoba; y el Renglón 2, que comprende el tendido de dos loops (ampliaciones) de 62 km de extensión, paralelas al Gasoducto Norte actual. La adjudicada fue la empresa BTU, cuya oferta prevaleció frente a las de la UTE Sacde-Techint y la texana Pumpco Inc.

Estas dos obras no estarían listas sino hasta septiembre, cuando se calcula que podría estar operativo este nuevo esquema. Actualmente se encuentran en construcción los otros 100 km del Gasoducto Integración Federal, que ya está en construcción, y la reversión de 4 plantas compresoras: Ferreyra y Dean Funes (Córdoba), Lavalle (Santiago del Estero) y Lumbreras (Salta), encargadas de redireccionar el gas que por primera vez en la historia fluirá en sentido de sur a norte.

El fin del contrato con Bolivia, iniciado en 2006, marca el cierre de una etapa en la que la Argentina debió importar gas de manera constante frente al declino en áreas maduras y la falta de inversión, especialmente en la Cuenca Norte. El resultado ha sido, por un lado, un déficit de acceso a la energía en una región con alto potencial de crecimiento en minería, agroindustria y más. Por el otro, un esquema de precios considerablemente más alto.

De acuerdo lo establecido por el contrato, el precio del gas de Bolivia para julio de 2024 será de 11,40 US$/MMBTU, frente a los 4,44 US$/MMBTU del Plan Gas Ar con productores locales. 

La llegada del gas de Vaca Muerta al norte argentino significa un cambio de paradigma que permite entusiasmarse con mejores precios, contratos a largo plazo más convenientes e incluso la posibilidad de exportar gas a Brasil.

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